GRACIAS A MILES DE MARIAS
RELATO CORTO.
GRACIAS A MILES DE MARIAS
María nació en el año 1950, era miembro de una familia muy numerosa,
durante su infancia tuvo que asumir responsabilidades que no le correspondían a su edad, cuidaba de
sus hermanos más pequeños y debía
dedicarse a la labores del hogar, nunca fue a la escuela y sus padres consideraron, que siendo una
mujer, no era necesario que supiera leer y escribir, era suficiente con aprender a cocinar, a coser y a mantener
siempre una actitud de dedicación hacia los demás, estas cualidades eran las que
otorgaban valía a una mujer. Cuando
cumplió los 24 años se casó y pasó de
estar bajo la autoridad de su padre a la autoridad de su esposo.
Consideraba que había tenido una existencia
feliz, aún a pesar de que su esposo se divertía con otras mujeres mientras
María se dedicaba al hogar: – “ Mi
marido siempre me ha dado mi lugar, y ha sido un buen hombre, nunca se ha
emborrachado y tan sólo en dos ocasiones me dio un bofetón, cuando a lo largo de nuestro matrimonio
merecí más de uno, nunca me faltó comida y vestido, cuando necesitaba algo se
lo pedía y en raras ocasiones me negó el dinero para comprarlo ”.
Aunque no parezca consecuente María
educó a sus hijos en igualdad, se preocupó de que sus hijas
tuvieran estudios universitarios, independencia económica y libertad para vivir
su vida como deseasen. Llegó a comprender que un hombre no es superior a una
mujer, no es nadie para golpearla y que un bofetón nunca es merecido; llegó a
entender que la relación de pareja no es una relación de dependencia económica
y que la esposa también debe compartir
las diversiones.
Dedico su vida a retirar los
obstáculos que la sociedad pudiera imponer a sus hijas, replicó las críticas de su madre y suegra
cuando hacía que su hijo varón participase en las labores del hogar, amparó a
sus hijas cuando quisieron ir a la universidad, estiró el salario de su marido
para poder darles todas las oportunidades,
cuidó de sus nietos facilitando la conciliación familiar de sus hijas, y
en definitiva, dedicó su existencia a que otras mujeres (sus hijas y sus nietas) consiguieran lo que ella ni
siquiera se atrevió a soñar.
España está llena de mujeres como María, a
quien sus hijas y nietas (médicas, abogadas, ingenieras, policías, bomberas,
juezas, profesoras, amas de casas por elección etc. ) admiran por su “gran”
pequeño granito de arena a la lucha que abiertamente nos podemos permitir
nosotras, las mujeres de otra generación, que hemos contado con el amparo de la
ley y con nuestra posibilidad de acceder a una cultura y educación que nos
hiciera ampliar nuestra mente, nuestras inquietudes y nuestras posibilidades.
Nos queda mucho por hacer, pero también hemos conseguido mucho. Ojala no
necesitemos nunca más el sacrificio de tantas “Marías”
GRACIAS ABUELA.
Que bonito. Ole por ellas.
ResponderEliminarPrecioso relato
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